La escritora estadounidense @JoyceCarolOates es de esas autoras que nos ayudan a entender mejor el mundo que vivimos.
En sus libros hay mucho de sus vivencias, pero desde que empezó a publicar nos demuestra que sus novelas van más allá de sí misma para intentar explicarnos la realidad que nos rodea.
El racismo, la violencia sexual son temas que vuelven a aparecer en Babysitter, la última novela de esta autora que se acaba de publicar traducida al español, y que ya estaban en La hija del sepulturero, el libro que consagró la carrera literaria de esta autora.
Joyce Carol Oates construyó esta novela sobre la historia de su abuela, cuyos padres huyeron de la persecución que se desató contra los judíos en la Alemania nazi antes del comienzo de la II Guerra Mundial.
En la peripecia de la protagonista y su familia, salvando las distancias temporales e históricas, podemos reconocer la incomprensión que encuentran los refugiados actuales en las sociedades que los acogen.
A la lucha por la supervivencia se suma el rechazo social, jalonado de los continuos sinsabores a los que tienen que enfrentarse al verse obligados a renunciar a lo que eran y a aceptar una nueva vida a la que no aspiraban. Mucho peor de la que hubieran tenido si no se hubiesen visto obligados a huir de su país.
También hay elementos que nos redimen y alientan el anhelo de belleza cuando se piensa que todo está perdido. La música puede convertirse en un atisbo de sosiego para millones de seres humanos que, como la hija del sepulturero, sufrieron y sufren persecución e injusticia.
Desgraciadamente, nadie hasta que lo vive puede saber el dolor que se siente cuando la existencia queda en suspenso por decisiones ajenas a la voluntad propia. Las secuelas son tan traumáticas que difícilmente pueden superarse. Quedan cicatrices que recuerdan lo sucedido y nublan los momentos de felicidad, aun cuando con el tiempo se hayan superado las circunstancias adversas.
La mala memoria de los seres humanos solo se cura leyendo para evitar que la Historia se repita. La lectura es el mejor antídoto contra el olvido y la insensibilidad que padecemos.
Aviso a la tripulación
Querida tripulación, estoy terminando una nueva novela y eso me exige una dedicación total. Seguiremos viéndonos, pero durante un tiempo que espero sea breve, acudiré a estos encuentros de forma quincenal. Gracias por vuestra comprensión con la que mantenemos la nave a punto.
