El relato urbano es el protagonista de Cruce de Calles. El paisaje de las ciudades en las que vivimos o soñamos -o en las que soñamos que vivimos-, las emociones, los encuentros, las vidas no vividas aparecen en estos once relatos de otros tantos autores como fantasmas de la vida urbana. Historias olvidadas o jamás contadas que muestran el lado bueno y malo de nuestros vecinos.
La mayor parte de los autores participaron ya en un proyecto colectivo similar bajo el título “Casi nueve avaros” (editorial Lampedusa, 2013), un libro de relatos colectivo, escrito en el momento más álgido de la recesión económica, que contaminó la ficción literaria. Ahora estos autores, y otros que se han incorporado a esta nueva aventura, se dejan contaminar por la vida urbana de diferentes ciudades del mundo, con el único punto en común de reflejar sus particulares vivencias, relatar encuentros en recoletos lugares o escenarios inhóspitos y agresivos. La ciudad nos atrapa, el asfalto, a veces, es cómplice, y otras, enemigo, eterno cruce de calles, de caminos, de fronteras.
Estos son los relatos que conforman Cruce de calles: La arboleda perdida de Adolfo Berzosa; Rebaño, de Laura García Rueda; Paisaje urbano en los Balcanes, de Luz González; Pasos perdidos, de Encar Jurado; La Fuente, de Laura de Cubas; El parque del barrio norte, de Ana Atero; Enredados, de Enrique Jurado; Oferta de trabajo, de Javier Escolar; Segundas oportunidades, de María Antonia Quesada; Hablan las calles, de Marta Jurado, El undécimo: no desahuciarás, de Yolanda Goyeneche. El libro se completa con un diseño de portada realizado por Joanna Bauer.