La hora de los lectores

Público

Tres citas en Davos ya ha salido de mis manos. Es la hora de los lectores, vuestro momento. Ahora sois vosotros los que decidís su destino. Si Tres citas en Davos os emociona, si disfrutáis con su lectura, si juzgáis que es una buena novela, no solo la haréis vuestra, hablaréis de ella y la daréis a conocer.

 

Para todas esas personas que hubierais querido asistir a la presentación de Tres citas en Davos os ofrezco este resumen de la conversación que mantuve con la escritora y académica, Soledad Puértolas, y la periodista Rosa María Sánchez, redactora jefe de Economía de El Periódico  en la Biblioteca Pública Eugenio Trías, el pasado 13 de marzo. También podéis ver el vídeo-resumen de la presentación (9 minutos) en https://youtu.be/SI-uYS6pDmM

 

Soledad Puértolas, Rosa María Sánchez y la autora conversan sobre la novela

 

Soledad Puértolas: Has hecho algo que a mí me parece dificilísimo que es hacer accesible a un lector interesado, que le guste la buena literatura y que una novela esté bien escrita, el mundo financiero y económico. Un mundo absolutamente nuevo como materia novelística, aparte de algunas novelas del XIX, aunque es un tema que las series americanas tratan mucho. Yo la he leído como un thriller siendo para mí un mundo absolutamente desconocido. Has acercado estos acontecimientos y vemos que al final todo son pasiones

 

Rosa María Sánchez: Es una novela sobre la crisis financiera, pero es una novela sobre las pasiones, como decía Soledad, porque vas viendo cómo se cruzan las ambiciones, las frustraciones, las debilidades, como cada uno lo va viviendo y, al final, es un contexto económico, pero es una novela de personajes.

 

Despojar al triunfador de su máscara

 

María Antonia Quesada: La idea era quitar al triunfador su máscara. Quién y cómo se la quita, se la quita el espejo en el que se refleja. Y quiénes conforman esos espejos en que se refleja. Primero surge una antagonista que va pasando el testigo a otros personajes femeninos. Estas son como los espejos cóncavos de Max Estrella (Luces de Bohemia, Ramón del Valle Inclán) donde se refleja el esperpento. Ellas son las que marcan la pauta al mostrar las debilidades del protagonista, un personaje poderoso que, cuando se siente vulnerable, se vuelve tóxico.

 

Cuando realicé el primer borrador de Tres citas en Davos, en el año 2009, estaba demasiado embebida de lo que estaba sucediendo. El resultado no me gustó porque pesaba más mi visión como periodista que como escritora. Cuando años después lo retomé me di cuenta de que lo le faltaba era el factor humano, descubrir el enigma que tiene este personaje y para conocerlo precisaba de los espejos a los que antes me refería.

 

Rosa María Sánchez: Soledad ¿cómo has visto tú los personajes femeninos de esta novela?

 

El factor humano lo dan los vulnerables

 

Soledad Puértolas: El personaje femenino antagonista es una mujer que está en la calle, que nos la encontramos en los aeropuertos, es una mujer vestida de ejecutiva, con un traje de chaqueta, muy bien peinada, todo perfecto. Es un tipo de mujer que a mí me causa siempre una gran curiosidad y al conocerla responde a lo que imaginamos. Podemos verla con sus flaquezas, sus problemas, sus amores frustrados, sus, vamos a decir, meteduras de pata, en el amor y en la vida. Hay también una galería de mujeres muy diferentes, que despojan al hombre de su careta y así como la antagonista guarda su mundo interior, él se desmorona. La antagonista es una mujer vulnerable, pero es fuerte. Una condición sobre la que conviene meditar, porque existe la idea de que solo las personas que no son capaces de sufrir son los que triunfan, pero el factor humano lo dan los vulnerables con la fortaleza de la resistencia, porque hay un resquicio moral y eso se rescata en la novela.

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