La revista literaria La Gran Belleza desarrolla un interesante proyecto de investigación sobre las escritoras olvidadas del 98.
“Lo mismo que er fuego fatuo,
lo mismito es er queré.
Le huyes y te persigue,
le yamas y echa a corré.
¡Lo mismo que er fuego fatuo,
lo mismito es er queré!”
Estos primeros versos sirven para identificar la Canción del fuego, uno de los poemas de El amor brujo, obra universalmente conocida del compositor Manuel de Falla. Sin embargo, no tantos conocen a María Lejárraga, autora del libreto, así como de relatos y de obras teatrales de éxito, que para publicar se ocultó bajo el nombre de su marido, Gregorio Martínez Sierra. Aun hoy no se sabe con exactitud cuántas de las obras atribuidas a este último en realidad fueron escritas por Lejárraga.
María Lejárraga, autora del libreto del Amor brujo,
publicó oculta tras el nombre de su marido
No es la única escritora del 98 velada por el olvido. Regina de Lamo Jiménez, Carmen de Burgos, Belén de Sárraga, María de Maeztu, Carmen Baroja y Sofía Casanova forman un elenco de autoras cuya vida y obras se propone dar a conocer una caravana que va a recorrer distintos pueblos y ciudades de España. El proyecto ya está en marcha y el 30 abril y el 1 de mayo la Caravana de mujeres del 98 pasó por Logroño y San Millán de la Cogolla para dar a conocer a su vecina María Lejárraga a los habitantes de estas dos poblaciones.
Un éxito, al que se unieron el coro de niños del Aula de Música de San Millán y Berceo y el grupo flamenco La Taba. La próxima parada de esta peregrinación tendrá lugar el 30 de mayo en Úbeda, la ciudad natal de Regina de Lamo Jiménez, profesora de música, periodista y escritora.
El 30 de mayo Úbeda recordará
a Regina de Lamo Jiménez
Al frente de la caravana está Carmen Estirado. Esta joven emprendedora cultural, escritora y periodista, con alma de editora, abre la puerta a la investigación con esta nueva línea de trabajo.
Hace tres años puso en marcha La Gran Belleza, una publicación trimestral de relatos, que cada día está más viva y que cuenta con un nutrido y fiel grupo de suscriptores. Ahora inicia este nuevo proyecto cuya idea original, guion y puesta en escena comparte con Irene Fernández.
Parte esta caravana, dice Estirado, “con el afán de difundir y dar a conocer estos nombres e involucrar en la tarea a las poblaciones y ciudades” donde nacieron estas autoras.
“La acogida ha sido genial -comenta Carmen-. San Millán es una localidad pequeña y todo el pueblo se ha volcado en el acto. En Úbeda, con otras características, hemos recibido mucho apoyo institucional”.
El paso por Logroño y San Millán ha sido muy fructífero y alentador y después de Úbeda, en septiembre continuará el recorrido. Estas mujeres, cuya vida y obra se propone investigar la caravana de escritoras del 98 conocieron y participaron en proyectos promovidos por Emilia Pardo Bazán, de la que hablábamos hace una semana con motivo de su centenario y por la que sentían admiración.
Las autoras citadas se trasladaron desde sus ciudades de origen a Madrid en busca de oportunidades y una mejor educación, alcanzaron notoriedad, pero posteriormente han sido condenadas al olvido.
Me complace pensar que la curiosidad intelectual, el amor a la literatura y la reivindicación de su lugar en el mundo unan en el presente un ciclo organizado por el Instituto de Estudios Madrileños sobre Pardo Bazán, al que aludíamos hace una semana, y la iniciativa de una joven generación en los años ochenta y noventa del siglo pasado que recupera orgullosa el legado de sus antecesoras.
© Foto La Gran Belleza
Yo, la peor del mundo, un musical en el Teatro
Fernán Gómez de Madrid que no hay que perderse
No me puedo despedir esta semana sin hacer mención al excelente musical, Yo, la peor del mundo, que se representa hasta el 29 de mayo en la sala Guirau del Teatro Fernán Gómez.
La excelente interpretación de esta compañía nos acerca a la figura de Sor Juana Inés de la Cruz con un texto escrito por Antonio Muñoz de Mesa y música de Iñaki Salvador. Juana fue una precursora que en el siglo XVII en Nueva España asombró a la sociedad de su época con sus escritos.
Cultivó la lírica, el auto sacramental, el teatro y la prosa. Desgraciadamente fue condenada al ostracismo del convento por la osadía de aspirar a ser quien ella quería.
Esta escritora merece una entrada aparte, para la que ya habrá tiempo. Ahora, id al teatro.
