Hoy quiero abordar el enigma de escribir y debido a la profundidad del asunto, he preferido expresarlo con un poema.
Sirva como mi regalo en este mes plagado de fiestas y en el que interrumpo el blog por unas semanas, debido a que me encuentro en una encrucijada y necesito todo mi tiempo para abordar el enigma de mis nuevos personajes, de su carácter y de su historia.
La publicación en los próximos meses de mi novela Tres citas en Davos en Olé Libros, y el comienzo de una nueva exigen que me aísle y sea avariciosa con mi tiempo.
Pero no os vayáis, volveré en enero, con todo el trabajo encarrilado y ávida más que nunca de vuestra compañía.
Vaya por adelantado, que os deseo Felices Fiestas y con mayor intensidad que nunca expreso mi anhelo de paz y entendimiento para 2024. Tengo la sensación de que habría que detener este momento que vivimos, pararnos a pensar y ver cuántas estupideces estamos cometiendo y, sobre todo, el coste en vidas humanas que está teniendo el afán de imponer por la fuerza nuestro pensamiento.
Yo me tomo ese momento de reflexión, porque es muy importante seguir escribiendo y utilizar la palabra como la única herramienta que puede poner fin a tanta injusticia, violencia y despropósito. Y ahí va mi regalo.
Envuelta en palabras,
revestida de las historias que susurran mis novelas,
me muestro ante vosotros como soy,
pero no os desvelo mis secretos.
Cada frase con sus verbos, sustantivos y adjetivos
nos acercan y nos plantean un enigma,
una pregunta que en cada uno de vosotros tendrá una respuesta.
Os presento una historia que para mí hoy termina,
mientras que para vosotros no es más que el comienzo.
Si os gusta, pediréis más,
pero yo no doy segundas partes a mis novelas.
Empiezan y se acaban,
aun cuando tengan un final abierto.
Renunciad a ese deseo,
de la misma forma que aceptamos el paso del tiempo.
Y a través de este aparente arcano,
de esta cita que se viene repitiendo desde hace un par de años
nos vamos conociendo.
Por medio de las palabras acudo a vuestro llamado
e intercambiamos pensamientos,
recibo vuestro apoyo, vuestros mensajes y algunos deseos.
Envuelta yo y todos vosotros en el verbo que nos comunica,
nos vamos conociendo.
